Los libros de derecho, por regla general, no despiertan interés por su lectura. Se leen para investigar y hay que saberlos leer porque muchos son PLAGIOS CON COMILLAS y además ladrilludos. Hoy, muchas sentencias son transcripciones caprichosas de apartes de sentencias de las altas cortes y el tema central no ocupa más de un par de páginas. Por supuesto que hay sentencias enjundiosas.
Me agrada más leer poesía, cuentos, literatura sobre casos que pueden ser objeto de procesos jurídicos. Entre nosotros hay estudios sobre El Quijote, textos de García Márquez y muchos sobre obras de literatura universal.
Se acerca SEMANA SANTA y como Colombia es un país mayoritariamente cristiano, en varias versiones, y como en el Evangelio del domingo 27 de marzo encuentro varios casos de familia, respetuosamente invito a leer el siguiente comentario sobre LA FALSA CREENCIA DE QUE HAY HERENCIA PATRIMONIAL EN VIDA.