Sin embargo, de la verdadera liberación son ejemplo las mujeres que han decidido formarse académicamente, crear empresas generadoras de empleos decentes, de participar en el servicio público y salir con sus manos limpias, en generar ciencia y conocimiento.
Creo que Colombia y el mundo se equivocan al escuchar a las líderes por la reivindicación de los derechos a la mujer a decidir sobre su cuerpo y olvidan que el primer derecho, el verdadero derecho – obligación es tomar todas las medidas y precauciones para evitar por hombres y mujeres el embarazo no deseado, no planeado.