EDUCACION PARA LA VIDA EN FAMILIA
SEMBREMOS LA PAZ EN LA FAMILIA
Esta es la lección 908 del diplomado en educación para la vida en familia y el tema es, SEMBREMOS LA PAZ EN LA FAMILIA.
La constitución de Colombia, en el Art. 22 dispone que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.
¿Qué es la paz? ¿Cómo se siente la persona que dice, vivo en paz? Espero que tengan la misma idea: vive tranquila, sin zozobras, sin miedo, en armonía consigo mismo y con los demás. En términos amplios la misma idea se aplica a la paz en la familia, en la sociedad, en los pueblos o países.
La paz es un derecho porque tenemos la opción real de vivir sin conflictos, sin guerras con nosotros mismos, sin rencillas en la familia, sin tener que alistarnos con armas para repeler a los violentos.
La paz es un deber porque tenemos la obligación de aportar todo lo que esté a nuestro alcance para que nuestros semejantes, los integrantes de nuestra familia, vivan en armonía, en felicidad, con sus necesidades básicas satisfechas. Vivir en dignidad. Un obrero de nuestro entorno amable y campesino diría: Vivir como debe ser.
En la realidad la historia del mundo es la historia de la guerra y de la guerra a muerte, la guerra que destruye, que arrasa, como la idea que nos han formado de Atila un gobernante bárbaro, que arrasó parte del imperio greco romano, a comienzos del siglo V de nuestra era. De ATILA se dice que era el azote de Dios, que donde su caballo pisaba no volvía a crecer hierba.
Invito a que revisemos nuestro entorno e identifiquemos a los ATILAS que hay en nuestras familias y en nuestra sociedad. Hombres y mujeres que siembran terror y muerte.
En el mundo se reconoce el trabajo de quienes siembran la paz y se les otorga el premio nobel creado por Alfredo Nobel, quien inventó, tal vez mejor descubrió la dinamita y fue constructor de armas de fuego y de cañones. Puede parecer ironía.
El inmortal Aristóteles nos enseñó que el hombre, el ser humano, hombre y mujer, somos animales, seres, políticos, seres que necesitamos vivir en sociedad para desarrollar nuestras capacidades y encontrar espacios para nuestra realización, como protectores y custodios de la vida, del ambiente, de la tierra y tal vez del universo.
Vivir en sociedad para ser felices, no para hacernos daño, para no matarnos. Si nuestro destino fuera vivir para matarnos como lo predican los engreídos del poder, la paz, la sana convivencia solo será posible cuando todos descansemos en paz.
Abog. Carlos Fradique-Méndez. Sr.
11 de octubre de 2025