LOS ACUERDOS DE LA HABANA Y LA FAMILIA

LOS ACUERDOS DE LA HABANA Y LA FAMILIA

DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA (103)

Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia

Todo parece indicar que el grupo armado denominado Farc llegará a su fin y que el Estado podrá ejercer la soberanía que ha perdido en buena parte del territorio nacional. Seguirá la perturbación de la vida ciudadana por parte de los insurgentes que no se reinserten y los que se reorganicen bajo otras razones sociales. Y en las ciudades la delincuencia seguirá amenazando la vida y los bienes de las personas. Y frente a esta situación que generará dolor, se espera que menos que el causado por la Farc, todos los colombianos, la sociedad y el Estado debemos formar filas para cumplir con la Constitución, la mejor de todo el entorno por consagrar un Estado Social de Derecho, que ha sido ignorada durante décadas.

El jueves 22 de septiembre de 2016, escuché una entrevista en la que a un gerente de un establecimiento de orden nacional le preguntaban por qué un congresista estaba pidiendo que lo removieran de su cargo para nombrar a una persona de su confianza y de su partido. Con este criterio de burocracia en beneficio de personas y políticos, los privilegios y la corrupción siguen campantes y las causas del conflicto permanecerán.

COMO VALORAR LOS ACUERDOS

Los acuerdos logrados en La Habana pueden asimilarse en sentido teórico y bajo las circunstancias reales de su ejecución.
La mayor parte de los defensores a ultranza de los acuerdos, los llaman acuerdos de paz y afirman que YA SE TERMINÓ LA GUERRA. Si las cosas siguen como van, se habrá terminado el conflicto con parte de la Farc, lo que es muy bueno. Al leer los acuerdos se entiende claramente que son para terminar el conflicto con la Farc y comenzar una etapa esperanzadora para construir una paz estable y duradera, es decir para cumplir con el Art. 22 de la Constitución ignorado durante décadas.

EL ORIGEN DE LOS GRUPOS SUBVERSIVOS

Si releemos las Constituciones de 1991 y de 1886, llegamos a la conclusión que el surgimiento de grupos subversivos tiene como causa principal la inaplicación sistemática de las normas superiores que disponen como obligación de las autoridades el garantizar por lo menos los derechos básicos fundamentales de los habitantes de Colombia para tener una vida digna.
Quienes pretenden “investigar” por qué se ha generado el conflicto, no deben perder tiempo en los anaqueles de las bibliotecas. La respuesta es: porque ni las personas, ni los funcionarios hemos cumplido con lo que ordena la Constitución. Porque los privilegios, que deben ser para todos, han sido acumulados en beneficio de unos pocos.

La gran MAGOLA, presenta en El Espectador, la imagen de Colombia en una caricatura que reza: “¡Increíble: estamos a un paso de vivir en paz! Y agrega: Sí, solo nos falta acabar con la inseguridad, la desigualdad social, la corrupción, el desempleo. Hablar con los otros grupos guerrilleros y solucionar el tema de los “habitantes de la calle”, entre otros pasos” Verdad de a puño que nos obliga a exigir a los que dirigen el País que cambien de actitud política y social. Ellos no pueden seguir con sus mismas costumbres y sus atavismos relacionados con el manejo del erario. Los dineros se deben manejar pulcramente y la inversión debe ser vigilada, eficaz y prioritaria. No debe haber más obras que semejen elefantes blancos y debemos reconstruir el poco de familia que nos queda, para que en su seno se formen los ciudadanos que se requieren para construir LA NUEVA COLOMBIA.

BENEFICIOS DE LA TERMINACIÓN PARCIAL DEL CONFLICTO

La terminación parcial del conflicto necesariamente traerá concordia en las tierras que ocupaban la Farc y las familias que allí vivan podrán dormir sin zozobra y velar por el bien de sus hijos que ya no estarán en la lista de los reclutables para los subversivos. Y en los campos renacerán las siembras y el alimento material y espiritual para los nuevos colombianos.
Los acuerdos de La Habana se pueden asimilar a la decisión de una familia de reconstruir su casa, que ha hechor un borrador de los planos, pero sin saber todavía cómo va a financiarla ni qué clase de materiales va a utilizar, Y además, presiente que solo puede remodelar una parte de la casa sin estar segura de que los cimientos resistirán la restauración. En el fondo tiene la voluntad y la esperanza de que podrá remodelarla en su integridad. Quiera la Divina Providencia que lo logre.

LO BÁSICO QUE SE ACORDÓ EN LA HABANA

En los acuerdos que, siendo apenas la base de lo que está por venir, son extensos y en algunos apartes con opciones de diferentes interpretaciones, se aceptó, 1) Iniciar un desarrollo agrario integral, el que se ha intentado desde 1936. 2) Facilitar la participación efectiva en política de la Farc y de la oposición, previa amnistía para quienes dejen las armas y se reinserten a la vida social. 3) Finalizar el conflicto con la Farc, que ya está en curso al haberse decretado el cese bilateral al fuego. 4) Terminar o por lo menos minimizar los cultivos de drogas ilícitas y su consumo que es un tema que involucra a toda la comunidad nacional y en gran parte a la internacional que es la que impone las reglas de la oferta y demanda. 5) Confesar la verdad, hacer justicia, resarcir a las víctimas y no volver al delito. 6) Vigilar que los acuerdos se cumplirán y para esta labor la comunidad internacional ha ofrecido su apoyo.

CONCLUSIONES

Personalmente concluyo que los acuerdos son irreversibles y que ya están vigentes y en ejecución y que sí llegare a ser mayoría en el plebiscito, el NO APOYO a los acuerdos, esta decisión solo tendrá efectos políticos, lo que no impedirá que el Señor Presidente y la dirigencia de la Farc los ratifiquen porque así lo autoriza la Constitución en cabeza del primer mandatario.

Y concluyo que las demás organizaciones guerrilleras o sus militantes en particular podrán beneficiarse de los acuerdos, dejar las armas, reinsertarse y lograr amnistías. Si este paso se da, Colombia de seguro logrará que MAGOLA, en un par de décadas cambie su caricatura y las familias colombianas sientan que viven en paz, amor y concordia.
Ojalá los acuerdos no se cumplan solo en cuanto a la amnistía para la Farc y los contratos para los de siempre, que les permitirá enriquecerse más, porque de esta manera muy pronto volverán a tener trabajo los fusiles y metralletas.

¡Que la Divina Providencia nos de su mano sanadora!

Bogotá, 26 de septiembre (Día de la firma final de los acuerdos en Cartagena) a 2 de octubre (Día del plebiscito) de 2016.

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