DEMOCRACIA: ¿TA MAL?

DEMOCRACIA: ¿TA MAL?

El próximo domingo 27 de octubre, los colombianos y algunos extranjeros residenciados, con limitaciones, tenemos el deber de participar en la elección de ediles, concejales, alcaldes, diputados y gobernadores.

Nos debe dar pena llamar DEMOCRACIA a elecciones con filosofía de tamal, cerveza y feria de contratos. Las ideologías, los partidos han desaparecido. Un partido con listas abiertas, en las que todos los candidatos son rivales entre sí, no puede comprometerse a cumplir con un programa de gobierno.

Por primera vez escucho, en poco tiempo, tantas promesas falsas como los falsos halagos, los engaños de quien pretende tener una experiencia sexual y luego de coronar su cometido abandona a la mujer o al hombre ilusionados.

Nunca como ahora el voto debe ser útil. No es lo mejor votar por el amigo, por solo hecho de ser amigo. Hay que optar por el candidato que más garantía ofrezca de cumplir con su programa de gobierno, de respetar al municipio, al departamento; por el que no ponga en peligro las instituciones, por el que genere menos rencillas y confrontación, por el más decente.

He leído algunas promesas de campaña y son títulos vacíos, sin el cómo se cumplirán y muchas, manifiestamente engañosas. Una candidata a la alcaldía de Bogotá dice que judicializará a los ladrones y no los dejará salir de la cárcel y que extinguirá el dominio sobre inmuebles dedicados al narcotráfico. Es una promesa falsa porque el alcalde no es fiscal, ni juez. Y como estas hay centenares de promesas falsas.

Hay tiempo suficiente para repensar y tomar la mejor decisión

Entendamos que con nadie tenemos comprometido, ni empeñado nuestro voto y que solo nos debe interesar el mejor destino de nuestro municipio, de nuestra ciudad, de nuestro departamento.

Que la Divina Providencia no ilumine para tomar la mejor decisión personal y ojalá en familia.