PREVENCIÓN DEL EMBARAZO EN Y POR ADOLESCENTES

PREVENCIÓN DEL EMBARAZO EN Y POR ADOLESCENTES

DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA (51)

Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia

Recordemos que la Constitución, la ley natural y las nuevas relaciones socioeconómicas de Colombia imponen la obligación de que seamos progenitores responsables y de que el crecimiento de la población sea equilibrado. La reproducción silvestre y el confiar en que un nuevo ser tendrá por su cuenta que defenderse en la vida son conceptos del pasado. Deben ser conceptos del pasado.
Los colombianos del siglo XXI y de los siglos venideros, que nos traen cambios en nuestro entorno a velocidades que no habíamos imaginado, no pueden improvisarse, ni pueden venir a la vida sin la debida planeación responsable por parte de sus padres. De sus dos padres, de papá y mamá.

Por estas razones creo que debemos tomar conciencia, cambiar de cultura y de formas de ver la vida, para convencernos que “en menores de 25 el sexo debe se opcional con la obligación de cero embarazos”, que la sociedad no puede seguir teniendo “abuelos a los treinta” y que la familia, la sociedad y las autoridades que representan lo que llamamos Estado, solidariamente, debemos educar a nuestros hijos para que puedan vivir una vida en familia de manera responsable y sana. Es lo que llamo educación para la vida en familia, que debe ser integral, pluralista, constructiva y creadora de espacios de sana convivencia.
Digámoslo de frente: cero embarazos en adolescentes. Progenitura luego de los 25. No frustremos la vida desde su comienzo.

En el modelo educativo de Colombia, que desde 1965 se ajusta y de desajusta y que no tiene claridad real sobre el ser humano que debemos formar para que se enfrente con éxito a un mundo con cambios acelerados en la concepción de la vida, en la tecnología, en los hábitos de vida, en la alimentación, el concepto del arte en todas sus manifestaciones, se han ensayado en teoría y sin la debida preparación del recurso humano y tecnológico diferentes propuestas sobre formación de la persona para el manejo de su vida afectiva y sexual. El resultado ha sido el incremento de la progenitura sin responsabilidad y a edad temprana, hasta el punto de que hoy se considera en todos los países que la maternidad y paternidad adolescentes son un grave problema social y se hacen toda clase de llamados desesperados para que esta grave situación se pueda controlar.

Desde las antiguas clases en las que se negaba el derecho a la sexualidad hasta las nuevas propuestas que ORDENAN FORMAR A LOS NIÑOS Y NIÑAS PARA QUE EJERZAN UNA SEXUALIDAD SATISFACTORIA se ha jugado con el futuro de nuestros adolescentes. No hay duda que la progenitura temprana, y por nuestra forma de pensar con mayor razón la maternidad adolescente y sin responsabilidad de vida en pareja, frustra vidas y lleva a muchos de nuestros niñas y niñas a vivir con carencias y a ver truncadas sus vidas exitosas.

Con las nuevas leyes sobre educación para el ejercicio de la sexualidad se pretende contribuir a la formación de ciudadanos activos que aporten a la construcción de una sociedad democrática, participativa, pluralista e intercultural, en concordancia con el mandato constitucional y la Ley General de Educación –Ley 115 de 1994– mediante la creación del Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar, que promueva y fortalezca la formación ciudadana y el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes, de los niveles educativos de preescolar, básica y media y prevenga y mitigue la violencia escolar y el embarazo en la adolescencia. (Subrayado por mí)

Estas propuestas son un salto irresponsable al vacío, son el patrocinio de una mortandad en vida de nuestros niños y niñas y más si vivimos una época en la que el mercado, la sed de dinero y de enriquecimiento temprano no tienen límites, escrúpulos y arrasan con todos los valores para conseguir fines económicos que son efímeros.

Es lo mismo que hacemos con nuestros bosques cuando los talamos para romper el corazón de la tierra en busca de oro, esmeraldas, carbón y otros minerales y tesoros que pueden brindar dinero inmediato a cambio de recortes de miles de años de supervivencia de la vida terrestre.

Es hora de cuidar la vida de la humanidad, de preservarla, de evitar la velocidad supersónica que nos trae accidentes fatales con cero opciones de salvar vidas. De prevenir el embarazo en y por adolescentes y el abuelazgo tempranero a los treinta años.

Bogotá, 12 de octubre de 2015.

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