AMISTAD, RESPETO Y NOVIAZGO

La familia es una empresa. Sobre esto no debe quedar duda. La familia se constituye mediante celebración de matrimonio, el que puede ser solemne o consensual. Recordemos que es solemne cuando hay ceremonia ante juez, notario o religioso. Es consensual cuando la pareja inicia su convivencia por su mero consentimiento, expresado sin formalidades.

Como todo contrato es obligatorio que las partes conozcan de manera detallada con quien van a contratar, las obligaciones que van a adquirir, la forma como las van a cumplir y las consecuencias ante eventuales incumplimientos.

Es importante distinguir entre amistad, pre noviazgo y noviazgo formal. Sobre la amistad se han escrito miles de tratados. Amigos lectores, ustedes pueden estudiar en la red esos escritos. Por ahora digamos que la amistad entre personas de diferente sexo debe ser respetuosa y positiva. El amigo que pretende usar a su amiga como objeto sexual, como par para consumir licor o estupefacientes, como cómplice para violar las normas de convivencia no es su amigo.

De la amistad puede nacer la atracción afectiva. Es de la esencia del ser humano entablar relaciones sociales. Se puede confiar en el otro. Se puede recibir apoyo. Se pueden intercambiar caricias. Hay quienes aceptan caricias sensuales próximas a la relación sexual. De todas maneras es importante evitar embarazos accidentales y enfermedades de transmisión sexual.

De la atracción afectiva se puede pasar a la idea de formar una familia, de convivir. Para llegar a este punto es importante conocer sin reticencias el pasado de la posible pareja y prever su futuro. Ha de saberse que en esta etapa las personas se toman la licencia de mentir, de ocultar sus defectos, de aparentar virtudes, de exagerar lo bueno que pueden tener, de alagar, de ser complacientes.

Hace unos treinta años era costumbre que las familias de los posibles novios se conocieran, se visitaran, se analizaran para tener recíprocamente la aprobación de una relación de noviazgo. En este comienzo del siglo XXI las cosas han cambiado sustancialmente y no siempre para bien. En el pasado tampoco fueron en todos los casos garantía de éxito y felicidad. Con alguna frecuencia nos encontramos con adolescentes que se ven obligadas a informar en su casa que están embarazadas y que no tienen certeza quién es el padre del hijo por nacer. Estas niñas nunca recibieron una buena información y una sólida formación sobre lo que es una relación responsable y cortés con sus compañeros o amigos.

Antes se establecían escalas previas para llegar al matrimonio: amistad, noviazgo y compromiso y luego matrimonio formal. Es verdad que no siempre esos matrimonios funcionaron. Las causas de su fracaso eran el machismo y la dependencia de la mujer. Hoy las relaciones han cambiado: el sexo desplaza las otras relaciones. Esta nueva relación es negativa cuando no hay decisiones responsables.

Sea cual fuera la relación que se elija para que las personas se conozcan como paso previo a la convivencia o al conocimiento sexual, lo importante es que los padres, los maestros, la sociedad entera se comprometan a rodear de garantías a sus adolescentes, de formales cultura de respeto, de autoestima, de auto protección tanto física como mental de tal manera que cuando tomen decisiones lo hagan con pleno conocimiento de causa y de las consecuencias de sus hechos.

Con frecuencia encontramos adolescentes, hombre y mujeres, que se lamentan de “haber torpedeado su vida”, de haber frustrado su futuro, de haber cambiado bruscamente su infancia o su adolescencia por una vida adulta sin garantías. La frustración es evidente.

Esta lección sobre amistad, respeto y noviazgo es solo una ventanita para que padres e hijos inicien una verdadera formación e información sobre cómo debe ser la relación entre personas que piensan unirse para formar una familia.