ANTES DE CASARSE, LEA LAS INSTRUCCIONES

En todo quehacer humano es importante conocer previamente los efectos directos y secundarios de los actos o hechos que realicemos.

Cito solo algunos ejemplos: Al consumir medicinas es necesario conocer los efectos secundarios de las mismas. Por eso no se recomienda tomar lo que a otra persona le pudo haber hecho bien. En los electrodomésticos es absolutamente necesario leer las instrucciones antes de poner a funcionar el aparato. Sin leerlas puede fundir la máquina con el primer uso. Un bombillo que funciona con voltaje de 110 se funde si lo conectan a 220. En los medios tecnológicos se pasan muy malos ratos por no leer las instrucciones. O se subutilizan las máquinas. Es común ver a personas mayores peleando con el celular porque no pueden hacer las llamadas. Tontería. El celular no tiene la culpa. La culpa es del usuario que no ha leído las instrucciones. Y qué no decir de los documentos que se firman sin leer la letra menuda. Al final las personas salen pagando dos o tres veces el valor real de la compra por no conocer anticipadamente los efectos del contrato celebrado o compromiso adquirido.

Lo mismo y a veces con consecuencias gravísimas pasa en el matrimonio, así se trata de una experiencia nupcial de fin de semana, efímera o pasajera. Para el caso que nos ocupa, toda forma de pareja debe considerarse matrimonio. Olvidemos los aspectos puramente legales o religiosos. No se trata de discusiones académicas, sino de las consecuencias de la convivencia o intento de convivencia.

Las instrucciones para el matrimonio están en las leyes de familia en sentido amplio, en los cursos prematrimoniales, en las cartillas que preparan las iglesias y orientadores de familia, en las experiencias de las personas que están cerca de nosotros, en la información del abogado de familia. Aquí sí que es importante preguntar. Cuando un adolescente le responde a sus papás, que él ya es grande, que él ya puede hacer lo que quiera, que no necesita pedir consejo o permiso, está cometiendo el peor de sus errores. Al poco tiempo de formar pareja estará de regreso a casa presentando excusas y reconociendo que los padres tenían razón.

Antes de casarse lea las instrucciones y tenga en cuenta:
1) El matrimonio es un contrato, en cuanto sea posible, para toda la vida, pero no para vivir toda la vida como el primer día. Cada día debe ser mejor y hay que saber que todos los días somos nuevas personas. Cada despertar es un nuevo renacer.
2) El matrimonio no es un camino sin obstáculos. Por el contrario es para muchos como el sendero de Hércules, pero con final feliz.
3) Si hay hijos deben tener progenitores responsables. Me atrevo a poner como ejemplo a Shakira y a su marido Piqué. Más a Shakira. El primer hijo luego de los 30 años y de tener plena conciencia de que cuenta con los recursos para criarlo. Luego el segundo hijo planeado como el primero. Y seguramente no habrá más hijos. Ya les tiene garantizada su educación y los hará excelentes profesionales.
4) Hay que preguntarse: ¿De qué y cómo vamos a vivir cuando cuando tengamos 50 o 60 años? Seguramente con holgura y de la pensión y de la auto pensión representada en rentas. Es mala idea pensar que como nacimos pobres vamos a vivir pobres toda la vida y que nuestros hijos serán pobres.
5) Hay que tener perfectamente claro que la vida tiene etapas y que como pareja debemos estar preparados para vivirlas bien. El amor encendido, el amor tranquilo, en amor de necesidad y los demás amores.
6) Hay tener claro que el matrimonio también necesita mantenimiento y a veces reparación total como un carro. El chasis sigue siendo el mismo pero la maquinaria se puede mejorar.
7) Si hay una terminación anticipada de la vida en pareja hay que hacer el mejor negocio y saber que los padres nunca se pueden divorciar de los hijos.
8) Si hay segundos matrimonios con mayor razón debe leer las instrucciones y no volver a cometer los mismos errores. Al 90% de las personas, que se niegan a leer las instrucciones les recomiendo que lo hagan así sea por curiosidad.