DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA
CARTA DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO. EL INMENSO VALOR DE LA FAMILIA
Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia
Queridas familias: Desde hace 21 meses nos cambió la vida por la llegada del coronavirus, cuyos creadores directos e indirectos han guardado silencio y no han presentado una sola excusa.
En familia hemos vivido muchos episodios semejantes al del coronavirus, pero a pequeña escala y desde hace un siglo no habíamos experimentado una catástrofe que nos tocara a todos.
Recordemos el diluvio universal, la peste negra, las guerras mundiales, la violencia política que devastó pueblos enteros y los recientes accidentes terrestres y aéreos que han destruido a familias enteras. Todavía está activo el volcán Tajogaite, en Isla Palma, Canarias y no hemos olvidado el huracán IOTA que arrasó con nuestra bella Providencia. Es parte de nuestra nobleza, que la buena suerte que nos tocó en familia, la compartamos con las familias de nuestro entorno. Paz y amor para todas las familias.
El coronavirus nos dio la oportunidad de reinventarnos y para muchos de conocer el inmenso valor de nuestras familias, el descubrir el amor en todas sus dimensiones y todos sus extensiones. Entre esposos en matrimonios solemnes y matrimonios consensuales, entre padres e hijos, entre hermanos. Es maravilloso sentir el amor de nuestros hijos preocupados día a día porque tengamos a la mano todo lo necesario para vivir dignamente y hasta el de los nietos que llevan a sus abuelos en espacios de ternura al parque, al restaurante, al oficio religioso. ¡Y qué no decir del valor de la amistad!
Sé que llegaron las fiestas de fin de año por las noticias de los medios y por las canciones de navidad. Los días se habían vuelto como de retiros espirituales para redescubrir el mundo y doy fe de las excelentes lecciones que recibí de mano de mis hijos y de mi esposa de toda la vida y del refrescamiento y actualización de tanto saber impreciso.
A estas alturas de la vida, de todas las alturas para los seres humanos, lo que debemos hacer es dar gracias a la vida, gracias a la Divina Providencia y en cuanto podamos, seguro que lo podemos, tomar el rumbo cierto que nos lleve al puerto de la feliz y sana convivencia.
Para todas las familias de las que tengo la fortuna de recibir su amistad y de saber que leen los relatos de mis experiencias directas e indirectas, un saludo fraterno en este pasar protocolario de un año gregoriano al siguiente que debe ser, si así lo queremos, de paz, ventura y prosperidad.
SIGAMOS CULTIVANDO LA PAZ EN LA FAMILIA
Sigamos cultivando el respeto, las palabras decentes, la autoestima, el civismo, en nuestra familia, en nuestra sociedad y en Colombia para para tener vida digna y sana convivencia.
Bogotá, del 20 de diciembre de 2021 al 9 de enero de 2022
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