EDUCACION PARA LA VIDA EN FAMILIA
Esta carta es la lección 603 y el tema es LA OBLIGACION DE ELEGIR
Apreciadas amigas, apreciados amigos, jóvenes, niños y niñas. Estudiantes de todos los niveles y condiciones.
Colombia es tu patria, es mi patria, es nuestra patria y la calidad de colombiana, colombiano, nos debe enaltecer. Debemos sentirnos orgullosos de ser colombianos, como lo exalta la canción. ¡Ay! Que orgulloso me siento de ser un buen colombiano, ¡Ay! Que orgullosa me siento de ser una buena colombiana,
Colombia es nuestra y debemos cuidarla como el mejor tesoro. Es nuestra mayor riqueza. En ella nacimos y seguramente en ella vamos a morir y como queremos lo mejor para nuestros hijos, nietos y demás descendientes debemos entregar la dirección de nuestra patria a los mejores administradores.
Y la selección de los mejores la hacemos a través de las elecciones. Pensemos si nuestro negocio, nuestra empresa, nuestra casa, los dejaríamos en manos de personas que no sean de nuestra confianza, que podamos correr el riesgo de que los destruyan o se roben o malgasten el patrimonio. ¿Verdad que no correríamos ese riesgo?
Lo mismo con nuestra COLOMBIA. No podemos dejarla en manos deshonestas, en personas con antecedentes de malos administradores o sin experiencia, en charlatanes o hechiceros con caras y palabras que no den confianza.
El Art. 95 de la Constitución nos impone la obligación de participar en la vida pública, cívica y comunitaria de nuestra Colombia y el Art. 103 nos enseña que uno de los mecanismos de participación es el voto, el derecho a escoger, entre otros, a los congresistas y al Presidente. La abstención debe ser mínima y el voto debe ser libre, sincero, sin odios, a favor de la sana convivencia y de la prosperidad.
Tenemos opciones importantes y sería un grave error que, por no elegir lo mejor, dejáramos a Colombia en manos oscuras y peligrosas para la estabilidad de nuestra limitada democracia y el futuro de nuestras familias.
Que la decisión que tomemos al elegir sea la mejor PARA NUESTRA COLOMBIA, nuestro mayor tesoro y por supuesto que para nuestras familias.
Su amigo, abogado y profesor,
Carlos Fradique-Méndez