LA IMPORTANCIA DE LA DECENCIA EN LA FAMILIA

LA IMPORTANCIA DE LA DECENCIA EN LA FAMILIA

DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA (216 – I)

Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia

EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA

Nuestro diplomado en educación para la vida en familia, es una valiosa ayuda para que la persona y la familia logremos una sana convivencia.

Invito a que estas lecciones sean leídas, comentadas y compartidas en familia, en las reuniones de clubes y amigos y por los profesores y estudiantes de todas las instituciones educativas. Así podremos formar personas que aporten lo mejor para que tengamos una sociedad equitativa, justa y en paz.

LA IMPORTANCIA DE LA DECENCIA EN LA FAMILIA

La sabiduría popular enseña que no debemos hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros. Que debemos tratar a los demás como queremos que ellos nos traten.

Invito a que cultivemos el lenguaje decente, positivo, constructivo en todas sus formas, especialmente la oral, la escrita y la gesticular.

Da tristeza que en las calles se escuchen diálogos vulgares. SUPER VULGARES. Un porcentaje muy alto de las palabras son groserías, ramplonería. Y como se oye de feo en las mujeres de todas las edades. Deberían grabar esas conversaciones y escucharse para que se sonrojaran. Ese lenguaje descomedido baja la estima, el valor por la persona.

Y desilusiona que entre un buen número la parejas el trato sea gritón y desafiante. Muchas veces a muerte. Las discrepancias, muy normales en la pareja, deben solucionarse civilizadamente. No pretendo que sean comportamientos como de ángeles, llenos de santidad. Es muy útil que antes de responder con enfado se cuente hasta tres.

Y dan ganar de llorar cuando se escuchan diálogos destructores entre padres, madres, hijos e hijas. Insulto viene, insulto va. Gritos que se entrecruzan y van sembrando odios, resentimientos, semillas de venganza.

Y buena parte de ese lenguaje inadecuado se aprende de los mayores, de los medios, de los llamados líderes sociales. Los insultos, retos, injurias que abundan por doquier han formado una generación violenta, contestaría, agresiva.

Hay tiempo para cambiar esos lenguajes vulgares por tratos amables y decentes. Empecemos YA.

PARA RECORDAR SIEMPRE

Código Penal.- Artículo 229. Violencia intrafamiliar.- El que maltrate física o sicológicamente a cualquier miembro de su núcleo familiar, incurrirá, siempre que la conducta no constituya delito sancionado con pena mayor, en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años.
La pena se aumentará de la mitad a las tres cuartas partes cuando la conducta recaiga sobre un menor, una mujer, una persona mayor de sesenta (60) años o que se encuentre en incapacidad o disminución física, sensorial y psicológica o quien se encuentre en estado de indefensión.
PARÁGRAFO. A la misma pena quedará sometido quien, no siendo miembro del núcleo familiar, sea encargado del cuidado de uno o varios miembros de una familia y realice alguna de las conductas descritas en el presente artículo.

Bogotá, del 11 al 17 de marzo de 2019

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