La escuela debe enseñar a vigilar los celos, a que la persona se controle antes de actuar con violencia para reclamar por una posible escena de infidelidad.
La sociedad enseña la violencia por celos en su lenguaje, su música, su arte. Expresiones como la moza, el mozo, la vagabunda, el sinvergüenza, la prostituta y otras semejantes, canciones como la cárcel de Sing Sing o poemas como el DUELO DEL MAYORAL que justifican un asesinato porque el asesino actúo con ira son lecciones malévolas de celos y odios.
Para sembrar conciencia de paz y tolerancia y minimizar el número de mujeres asesinadas por celos, es por lo que propongo que el día mundial sin celos se realice el último sábado de mayo y el último sábado de noviembre, ambos extendidos hasta el domingo siguiente. Noventa y seis horas de inmersión total en cultura de tolerancia, civilidad y respeto que tendrían amplio espectro en todas las restantes horas del año.
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