RECUPEREMOS EL USO DEL LENGUAJE DECENTE

Bogotá, 21 de abril de 2019

RECUPEREMOS EL USO DEL LENGUAJE DECENTE

En nuestro diplomado en educación para la vida en familia, invito a que pensemos en el derecho fundamental a la educación y de manera especial en el uso decente del idioma, del lenguaje y en la recuperación del amor por la lectura.

Recordemos los siguientes pensamientos: Mario Vargas Llosa, confiesa que “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”. Benjamin Franklin, sentencia que “Carecer de libros propios es el colmo de la miseria” y Nicolás de Avellaneda opina que “Cuando oigo que un hombre tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de él”. Lo mismo vale para pensar bien de una mujer. Y podemos ampliar el concepto para pensar bien de los niños, niñas y adolescentes.

El 23 de abril celebramos el día del idioma castellano, el día de los libros. Uso del buen idioma y cultivo de la necesidad de leer y de comunicarse de manera adecuada.

A los hijos hay que educarlos desde por lo menos un año antes de engendrarlos. Y los educamos, educando a los progenitores. Los libros nos enseñan las prácticas saludables para darle una buena educación, una educación de calidad, una educación esmerada a nuestros hijos. Los libros son fuente de sabiduría.

Con tristeza debo decir que hemos pasado de la alegría de leer, a la pereza de leer y sin exagerar a la librofobia. Lo más leído ahora son Twitter y WhatsApp vacíos de ciencia y en su mayoría llenos de odios y de descalificaciones.

Y en cuanto al lenguaje se refiere hemos perdido en buen grado el uso del lenguaje decente, respetuoso, positivo. El trato entre progenitores e hijos se ha degradado. Los hijos creen que sus padres son caducos, ignorantes, cavernarios y se ha perdido el respeto frente a los progenitores y el trato con buenas palabras, con palabras decentes.

El trato entre estudiantes es generalmente vulgar. En lo que llaman música moderna no falta la grosería, la ramplonería.

Y en el lenguaje de gestos no se envían mensajes amables, sino provocaciones a duelos sin razón.

Recuperemos en familia y para la vida en sociedad, la palabra decente, la amabilidad en los diálogos, la comunicación respetuosa y llena de afecto.

Que todo sea por el bien de nuestra felicidad y sana convivencia.

Abog. Carlos Fradique-Méndez
Twitter: @FradiqueCarlos
Blog: www.ElComPAZ.com