Nos debe dar pena llamar DEMOCRACIA a elecciones con filosofía de tamal, cerveza y feria de contratos. Las ideologías, los partidos han desaparecido. Un partido con listas abiertas, en las que todos los candidatos son rivales entre sí, no puede comprometerse a cumplir con un programa de gobierno.
Por primera vez escucho, en poco tiempo, tantas promesas falsas como los falsos halagos, los engaños de quien pretende tener una experiencia sexual y luego de coronar su cometido abandona a la mujer o al hombre ilusionados.