CERO VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

CERO VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

Esta es la lección 791 del diplomado en educación para la vida en familia y el tema es POR LO MENOS MINIMICEMOS LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES.

Gracias por su apoyo para lograr esta meta, estos resultados, que necesita urgente la humanidad entera.

El título de esta nota es utopía y paso a pedir a toda la audiencia, docentes en general, medios de toda clase, autoridades, que por lo menos minimicemos la violencia contra las mujeres y por extensión a los demás seres humanos.

Colombia, es la percepción que muchos tenemos, es el espacio terrenal en el que más se maltrata, en todas las formas de maltrato, a las mujeres. La violencia contra las mujeres es inhumana por el comportamiento brutal, estúpido, imbécil e ignorante que se ha sembrado en la cultura de mujeres y de casi todos los hombres que se creen machos y afectivamente dictadores y hasta dueños del destino y de la vida de las mujeres que aceptan una relación de amistad con derechos o una simple relación afectiva.

Los actos de violencia contra las mujeres son milenarios y universales. Hay espacios, no me refiero a países o partes de países, en los que la violencia es aterradora y se causa segundo a segundo. Ya tenemos suficientes legislaciones, discusiones, declaraciones a manteles, publicaciones de conclusiones comparadas, promesas de políticos y académicos y hasta juramentos y compromisos sobre la naturaleza, causas de la violencia contra la mujer y se escuchan voces y coros que claman por no más violencia contra las mujeres, que no haya una sola mujer más que sea sujeto de maltrato y que caiga sobre los agresores todo el peso de la ley en una sociedad en la que la ley ha perdido peso, la impunidad se ha institucionalizado y delincuentes y sus amigos defensores crean toda clase de argucias, dilaciones y coartadas para esquivar la aplicación de las penas a que se hacen merecedores.

Las noticias informan sobre asesinatos de mujeres en circunstancias que parecen traídas de mundos de fantasía infernal. Una mujer asesinada porque le expresó a su mal llamado compañero sentimental que había tomado la decisión de terminar su relación afectiva. ¿De donde piensa el malvado integrante de pareja, que la mujer tiene el deber de permanecer junto a él, salvo que él mismo consienta que la relación se termina?

Y llamar compañero sentimental al asesino, es agravio desmedido a la condición de compañero, camarada, acompañante y llamarlo sentimental, creador de afectuosa solidaridad, es un insulto a la condición humana.

Invito a llamar abiertamente asesino, asesino despiadado, a quien causa la muerte a una mujer.

Volveremos sobre el tema.

Su amigo, abogado y profesor,

Carlos Fradique-Méndez