Por todo esta realidad que deshonra a nuestra sociedad me hago el propósito, adquiero el compromiso de recordar estas tragedias día a día y ordenaré, mandato imperativo, a mi mente y a mi corazón que formen barreras morales que impidan que llegue a vivir condiciones de desgracia humana y que frenen mis manos para que no levante ninguna arma con la que pueda causar daño a mis hijos, a mis hijas, a mi compañera, a la madre de mis hijos e hijas y que controle mi lengua para que no pronuncie palabra alguna con la pueda ofender a los integrantes de mi familia.
Divina Providencia, dadme férrea voluntad para lograr que ni por pensamiento, palabra, obra u omisión haga daño o lesione, así sea de manera leve, la vida, la honra, la dignidad de los seres a quienes debo procurar amor, respeto, amistad y socorro.
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