INTERDEPENDENCIA EN LA FAMILIA
EDUCACION PARA LA VIDA EN FAMILIA
Esta es una reflexión señera sobre la independencia y la libertad en la vida en familia, la más importante empresa de una sociedad.
Recordemos que un país es lo que son sus familias y sus escuelas.
La familia es la primera escuela y la escuela la segunda familia. Si ambas marchan acompasadas, el país tendrá personas ilustres, emprendedoras, ejemplos de sana convivencia.
El viernes, los viernes son días mágicos, días para sentirnos felices, alegres, para lucir lo mejor de nosotros, sin dejar de mencionar el temor de algunas personas por el viernes 13 que puede ser sinónimo de tragedia, el viernes 20 de julio de 1810, al filo del mediodía, en Santa fe, asumo que de acuerdo a lo planeado con debida antelación, ocurrió el bochinche del florero de Llorente y con toda la sabiduría popular, quienes lo habían planeado lograron al comenzar la noche, seis de la tarde, que se depositara en una junta provisional el Gobierno Supremo, junta interina que debía dictar una Constitución que afianzara la felicidad pública, sobre las bases de libertad e independencia, sin desconocer la soberanía del Monarca don Fernando VII, siempre que viniera a reinar en la Nueva Granada.
Al celebrar la independencia de Colombia, con reconocimiento de soberanía de un monarca lejano que no vendría a nuestro territorio, debo hacer referencia a la familia como primera forma de Estado, de sociedad, de empresa, de escuela formadora de principios de felicidad, de libertad, de interdependencia.
La familia, por excelencia formada por la voluntad soñadora de un hombre y de una mujer, sin ocultar otras formas minoritarias de familia, se base en el trípode de la ayuda mutua, de la convivencia en paz y la fidelidad como esencia de ser fiel, de ser honrado, de ser honesto y por estas razones sus integrantes, padre, madre, hijos y hasta nietos deben garantizarse interdependencia, inter libertad, complemento de vida y en cuanto sea posible convivencia hasta después de la vida. Familias fuertes, unidas por lazos de afecto y de respeto, de superación, de lucha por la felicidad, son garantía de sociedades y pueblos prósperos y protectoras del equilibrio ecológico y humano. Imitemos estos modelos de familia para recordar con gran dignidad, decoro y esperanza en estos tiempos de desasosiego e incertidumbre, el grito de independencia del 20 de julio de 1810.
Su amigo, abogado y profesor,
Carlos Fradique-Méndez Sr.