EL MANEJO DE LA ECONOMIA DOMESTICA

EL GOBIERNO DE LA FAMILIA

La dirección económica del hogar estuvo a cargo del marido hasta 1.932, año en el que la mujer se EMANCIPO y ganó el derecho de administrar sus propios bienes y riquezas, sin pedir PERMISO a su marido o compañero. Desde entonces, y con mayor razón, desde 1.974, la mujer debe ser tenida en cuenta cuando de tomar decisiones patrimoniales se trata.

Hoy la familia tiene DOS GERENTES, con igual poder de mando y con obligacio­nes proporcionales a su capacidad econó­mica. El es­clavismo, el feudalismo, la idea de la mujer-obje­to, la idea del hombre chequera, han sido cri­terios económicos superados por una nueva or­ganización de TIPO COMU­NITARIO O SOCIALIZANTE.

EL INGRESO DE LA FAMILIA

El núcleo familiar debe ajustarse a su capacidad para satisfacer necesidades. El padre y la madre, cabezas del hogar, rodeados de uno, dos, máximo tres hi­jos. Que sean sólo el número de hijos que el presupuesto permita educar y formar para bien de la comunidad.

Los hijos a partir de su adolescencia también ayu­dan a lo necesario para el sustento.

No debe olvidarse que el amor al trabajo debe enseñarse al ser humano, desde la concepción. Comenzar a trabajar, en sentido amplio, desde la edad temprana forma carácter y fortalece en la persona sus virtudes de honradez y responsabilidad.

LAS NECESIDADES DEL SER HUMANO

El ser humano necesita, para vivir dignamente, satisfacer, por lo menos, las siguientes necesidades: techo, alimentación, educación, trabajo, deporte, vestuario, salud, transporte, re­creación, capitalización y ahorro e imprevistos. Cada necesi­dad se satisface según el nivel social de la persona, pero siempre QUERIENDO ESTAR MEJOR, es decir, ganando puestos en calidad de la vida.

La alimentación deberá ser balanceada para tener una vida digna y saludable; el vestuario será para el trajín de rutina y para las actividades de gala y ojalá elegante; la salud debe prevenirse, no buscar la enfermedad; el techo se satisfará pagando arriendo o amortizando las cuotas del crédito que debe ser con el interés mínimo. La educación debe ser de la mejor calidad y la instrucción excelente para ser líder en la vida económica del País.

PRIMERO LO PRIMERO

Es necesario ajustar el presupuesto familiar a su palpitante realidad, y hacer un inventario de necesidades para darle a cada una su prioridad. Invito al lector a que las ordene según su criterio. a) Alimentación. b) Educación. c) Salud. d) Vestuario. e) Techo. f) Transporte. g) Recreación. h) Capitalización y ahorro. i) Pequeños caprichos. j) Seguros. k) Pago de créditos, y, l) Gastos suntuarios.

La capitalización o ahorro permite atender imprevistos tales como: un accidente, una enfermedad, una reparación del carro o de la casa, un pleito judicial, etc.

El que come bien y hace deporte a diario tiene buena salud; el que tiene buena salud aprovecha mejor los estudios. El que triunfa en los estudios tiene mejores posibilidades de traba­jo; el que trabaja bien debe ganar para vivir mejor, tener un techo amable y un carro. Para ser feliz.

LA EDUCACION TAMBIEN CUENTA

Es necesario reglamentar la clase de EDUCACION PARA LA FAMILIA, la cual deberá impartirse desde la primaria hasta el bachillerato y cuyo contenido tendrá como finalidad enseñar cómo desempeñar los roles de padre, madre, esposo y esposa. Serán pautas de comportamiento para evitar o disminuir las grandes tragedias humanas que viven nuestras familias, la mayor de las veces por ignorancia de sus derechos y sus obligaciones. Entre otras, la progenitura irresponsable.

NO SOLO EL DINERO

En el hogar no sólo conviene aprender a administrar el dinero, también debemos planificar los hijos, saber acrecentar día a día el amor, desterrar la violencia y hacer que las parejas y los hijos tengan derechos patrimoniales en su casa, el carro y la finca. Cuando todos los bienes están en cabeza de un sólo cónyuge generalmente se crean sentimientos de obediencia y mando y se acentúan las pequeñas dictaduras. La distribución equitativa del patrimonio familiar evita derroches y quiebras.

Es cierto que EL DINERO NO LO ES TODO EN LA VIDA, PERO AMOR SIN DINERO FACILMENTE SE TERMINA Y EL AMOR CON EXCESO DE RI­QUEZA SE PUEDE CO­RROMPER.