PORQUE ME QUIERE ME APORRIA

I

El mundo se mueve entre el imaginario o formalidad de las leyes y la realidad de los hechos. Muchas veces son verdades contradictorias. La ironía de la vida. El bien en lucha permanente contra el mal, en la que casi siempre gana el mal. La verdad es que es más fácil obrar bien, que obrar mal. Estas contradicciones son evidentes en la familia, que es la primera sociedad y el primer Estado en el que vive el ser humano.

La Constitución ordena que los progenitores deben ser responsables y esa responsabilidad se demuestra cuando cuentan con lo física, espiritual, económica y afectivamente necesario para crear, criar, sostener y educar a sus hijos. Y ordena que los hijos deben estar protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, abuso sexual, explotación laboral o económica y que no pueden estar expuestos a trabajos riesgosos. Esto en lo fundamental.

Y la Constitución agrega que los integrantes de la pareja deben respetarse, no agredirse entre sí porque toda forma de violencia, como la física, la mental, la psicológica, la económica, la cultural, verbal, gesticular, destruye la armonía y la unidad de la familia y los agresores deben ser castigados con la severidad que contempla la ley.

Y para estos efectos se considera pareja toda aquella que tiene una relación afectiva comenzando por el pre noviazgo y terminando con el matrimonio y el posconflicto del divorcio.

II

La población infantil es frágil y vulnerable. La primera forma de violencia es engendrar hijos de manera irresponsable. En su primera infancia los criadores, generalmente los papás y con mayor presencia por parte de la madre, los quieren moldear a su imagen y semejanza y los fuerzan para que tomen sus costumbres como alguna vez lo hicieron al moldear los cráneos con elementos parecidos a cascos o totumas. No olvidemos que hay muchos niños abandonados, como si fueran mostrencos. Son hijos de padres potencialmente filicidas.

Las noticias de prensa no alertan a las autoridades que tienen la responsabilidad de velar por los derechos de los niños. Los funcionarios se limitan a presentar estadísticas mentirosas mientras van en sus carros con escoltas viendo a niños explotados en los semáforos. Veamos: Cada 20 minutos arrestan a un menor por violar la ley. Niños potencialmente delincuentes. Cada 18 segundos una mujer es maltratada y ese maltrato se irradia en las niñas. Cada 14 minutos un menor de edad es abusado sexualmente. El 20% de las adolescentes están embarazadas sin tener una pareja responsable y sin haber terminado sus estudios. La pobreza en hogares con más de 3 hijos es del 30%, pero ronda cerca del 50% de las familias colombianas. La educación en el hogar es muy deficiente, a veces nula, y hay padres que todavía creen que la letra con sangre entra. Y la escolar se ha limitada al copia y pegue y a lo que llaman “talleres” de investigación que para sirven para nada. En las pruebas internacionales Colombia ocupa los últimos lugares. El desastre de la promoción automática sigue vigente.

III

Otro segmento vulnerable es la mujer. Desde su adolescencia. Han fortalecido su antiguo rol repugnante de ser objeto del deseo. Le infunden que el maltrato es una muestra de amor. Les enseñan que deben aceptar la violencia de sus parejas y muchas creen que las aporrean porque las quieren. Hay hogares en los que se repiten las escenas violentas de Enrique VIII, coleccionista de mujeres, o de Barba azul, de quien se afirma: “Era un hombre rico evitado por las mujeres a causa de su barba azul. Un día pide a una vecina distinguida alguna de sus hijas en matrimonio, ellas se pasan el compromiso una a la otra, por rechazo al aspecto de Barba Azul y porque éste se había casado varias veces y todas sus mujeres habían desaparecido. Pero finalmente la hermana menor accede atraída por la vida opulenta que le ofrece el ricachón. Se casan y la joven va a vivir a la mansión de su marido.” La estancia del hombre de la barba azul tenía sus habitaciones manchadas de rojo con la sangre de sus esposas asesinadas. Irónicamente hay mujeres, conozca varias profesionales, que aceptan la violencia a cambio de lujos y dinero que al final son como flores de vida tan corta como un día.

Para que la mujer recupere su estima, se dignifique y los hombres aprendamos que las mujeres no son de nuestra propiedad nos falta mucho trecho, pero debemos comenzar YA.