Reflexiones sobre la progenitura responsable

ESPACIO DE LA EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA

Reflexiones sobre la progenitura responsable

La pareja tiene la obligación de decidir de manera responsable y li-bre el número de sus hijos y cada persona tiene derecho de elegir su pareja una vez cuente con lo necesario para cumplir con sus obligaciones como socio familiar.

La progenitura responsable está ligada con lazos muy fuertes a la responsabilidad conyugal. Por esta razón dedicaré unos audios para reflexionar sobre estos temas.

Hoy haré la primera reflexión sobre la preparación para ser padre o madre y esposo o esposa.

Primer aspecto: Preparación para asumir los roles de progenitor y de cónyuge o compañero.

Uno de los requisitos para ser progenitor o cónyuge es la edad no solo la biológica sino también la mental y laboral.

En cuanto a la edad se refiere hay que establecer que la persona debe estar madura en su cuerpo, en su mente y en su trabajo ya sea como empleado, ya como independiente o empresario. Esta edad puede ser la de 25 años, que es la estimada para terminar el estudio de una profesión u oficio. La sanidad mental la certifica un médico psiquiatra. La madurez laboral se deduce de los ingresos de la persona.

Segundo aspecto: Consecuencia del incumplimiento de estas obli-gaciones. Formar pareja con persona menor de 14 años se consi-dera delito de violencia carnal. Formarla con una persona que sufra enfermedad mental que le impida vivir en pareja o ejercer su rol de padre o madre, puede dar lugar a la pérdida de la patria potestad y al divorcio.

Tercer aspecto: Vías legales para demandar la declaración de las consecuencias citadas. Lo primero es que el afectado reclame in-mediatamente sus derechos y los demande bien asesorado. Como medida provisional puede pedir la intervención de la Comisaria de Familia si hay violencia y como medida definitiva la intervención del juez de familia.

Les habló Carlos Fradique-Méndez

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La pareja tiene la obligación de decidir de manera responsable y li-bre el número de sus hijos y cada persona tiene derecho de elegir su pareja una vez cuente con lo necesario para cumplir con sus obligaciones como socio familiar.

La progenitura responsable está ligada con lazos muy fuertes a la responsabilidad conyugal.

Hoy haré la segunda reflexión sobre la preparación para ser padre o madre y esposo o esposa.

Primer aspecto: La preparación para ser padre y el noviazgo.

No es de cuerdos ser padre o madre sin conocer a quien será padre o madre de nuestros hijos, ni casarse o formar pareja con un des-conocido o desconocida.

Quien haya tomado la decisión de ser padre o madre es porque cuenta con los recursos necesarios para asumir esos roles. Tam-bién hay que confirmarlos respecto de la pareja. Los exámenes médicos tanto físicos como mentales ayudan a establecer si hay o no incompatibilidades o antecedentes que influyan en la buena procreación. No es 100% segura, pero es confiable. El noviazgo, que no necesariamente implica convivencia sexual, debe ser sufi-ciente en el tiempo para conocer a la posible pareja. Hay que con-firmar hechos: Estado de soltería o de divorcio en legal forma. Cumplimiento de obligaciones anteriores, etc.

Segundo aspecto: Consecuencia del incumplimiento de estas obli-gaciones. Engendrar o concebir sin preparación previa puede dar lugar a hijos carentes de afecto y atención paterno o materno filial. Casarse con un desconocido o desconocida genera nulidad del matrimonio y si el tiempo para demandar pasa lo más seguro es que luego se incurra en causas de divorcio.

Tercer aspecto: Vías legales para demandar la declaración de las consecuencias citadas. Tal vez la consecuencia más importante es la nulidad del matrimonio y para pedirla hay que demandar luego de un breve término de celebrada la ceremonia. Un hijo carente de amor y afecto, se torna en causa de conflicto y seguramente papá y mamá y hasta abuelos se verán involucrados en pleitos costosos en dinero y por sobre todo en afecto.

Le habló Carlos Fradique-Méndez

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La pareja tiene la obligación de decidir de manera responsable y li-bre el número de sus hijos y cada persona tiene derecho de elegir su pareja una vez cuente con lo necesario para cumplir con sus obligaciones como socio familiar.

La progenitura responsable está ligada con lazos muy fuertes a la responsabilidad conyugal.

Hoy haré la tercera reflexión sobre la preparación para ser padre o madre y esposo o esposa.

Primer aspecto: Obligación de trato respetuoso y digno para con nuestros hijos y nuestra pareja.

Reitero que en la familia está prohibida toda forma de violencia y los violentos serán castigados. Tampoco es lícita la violencia en la so-ciedad.

Las formas de violencia son tantas cuantas lo imagine la mente humana. Hay padres que maltratan so pretexto de expresar su cari-ño. Se trata de un cariño enfermizo y generalmente es para agredir a sus hijos utilizando como instrumento al otro padre. Se trata de actos innobles que exponen a los hijos a daños irreparables en su salud mental.

Segundo aspecto: Consecuencia del incumplimiento de estas obli-gaciones. Los actos violentos contra los hijos y la pareja generan graves consecuencias policivas, penales y civiles. Si son muy gra-ves y hay lesiones con secuelas pueden dar lugar a cárcel hasta por varios años.

El acto violento más repudiable es cuando se causa la muerte a la pareja o a los hijos o si se trata de hijos mayores cuando estos agreden a sus padres o hermanos. Nada justifica esta clase de vio-lencia.

Tercer aspecto: Vías legales para demandar la declaración de las consecuencias citadas. Lo primero es contar con una buena y prudente asesoría. No hay que demandar por demandar. Tampoco llenarse de procesos. En estas condiciones no alcanzará el tiempo para estar de despacho en despacho. Una demanda bien fundada atendida por un funcionario responsable y probo será suficiente para restablecer los derechos. Obre con la razón, sin odios y sin ánimos de venganza.

Les habló Carlos Fradique-Méndez